Tarea 2 - ¿Podemos aplicar estrategias empresariales en el aula?
Después de las presentaciones, llega esta primera entrada en el blog y, con ella, la primera reflexión. Existen muchas metodologías educativas en pleno auge y que muchos centros, ya sea por una investigación exhaustiva y una reflexión sesuda o bien por el mero hecho de subirse a la ola de las modas docentes, empiezan a aplicar con su alumnado; sin embargo, ¿son todas ellas igualmente válidas?, ¿qué beneficios tienen sobre el alumnado?, ¿podemos elegir cualquiera de ellas de forma arbitraria?, ¿qué dice la ciencia sobre ellas? La respuesta fácil sería levantarse repentinamente y exclamar un "¡niego la mayor!", pero como todo en esta vida, donde nada es o negro o blanco, debemos añadir unos pequeños matices. Ninguna metodología será nunca la panacea que resuelva de forma milagrosa todos nuestros problemas como docentes, sino que debemos entenderlas, estudiarlas y analizarlas para saber si pueden o no adaptarse a nuestro contexto educativo.
Pues bien, después de este rollo, ¿de qué voy a hablarte ahora? Hoy querría hablarte de un marco de trabajo que se usa en empresas que desarrollan software: Scrum. Scrum está enmarcado dentro de las técnicas de desarrollo ágil de software, que pretenden mejorar la captura de los requisitos del usuario final, la creación de soluciones mejor adaptadas a esos requisitos, la organización de los equipos de trabajo, etc. En concreto, este marco propone trabajar de forma iterativa e incremental a partir de los requisitos del cliente, de forma que tras cada iteración se le pueda entregar un producto útil.
Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con la educación? Si bien es cierto que la educación tiene un valor y una entidad por sí misma al margen del mercado laboral, también lo es que la mayor parte de ingenieros acaba trabajando por proyectos en su vida profesional, proyectos en los que deben adoptar responsabilidades individuales y colectivas para desarrollar un trabajo común y es aquí, amigo mío, donde nos metemos en harina. La propuesta que hoy presento es la de aplicar Scrum, o al menos una adaptación de él, en el aula de tecnología en el marco de un trabajo cooperativo, donde cada miembro debe tener un rol definido y deben trabajar de una forma que se ha demostrado como eficaz.
- En nuestro caso, será el docente el que represente al cliente y establezca los requisitos del producto que el grupo debe realizar, recibiendo el nombre de product owner. Por su parte, el grupo deberá elegir un líder, el scrum master, que dirigirá las reuniones de trabajo y se asegurará de que cada miembro del equipo cumple con sus funciones. Este rol irá rotando cada 2 semanas, de forma que todos lo asumirán. Una vez definida y ordenada por prioridades la lista de requisitos por parte del product owner, cada equipo deberá estimar el tiempo de trabajo que costará realizar cada tarea.
- En cada iteración o sprint del proyecto deberán elegir todas las tareas que puedan realizar, de forma que la suma de sus duraciones sea igual o mínimamente menor que la duración del sprint. Cada integrante del grupo asumirá una parte proporcional de esas tareas, que siempre serán interdependientes las unas de las otras de forma natural.
- Cada día de trabajo, comenzarán con una reunión de stand-up en la que, en 5 minutos, cada miembro del equipo expondrá qué ha hecho, qué va a hacer, qué problemas se ha encontrado y qué problemas espera encontrarse. El scrum master liderará esas reuniones, de forma que todo el equipo sepa cómo está el proyecto y puedan apoyarse los unos en los otros. En ellas se actualizará el tablero con las tareas, uno similar al de la figura de arriba.
- Al finalizar cada sprint, presentarán el trabajo realizado y evaluarán tanto si se ajusta a lo que se les pidió como la forma de trabajo del equipo.
Personalmente, creo por experiencia que esta metodología es muy útil y mejora la eficiencia del equipo de trabajo cuando, después de un periodo de adaptación a este marco, por fin se empieza a trabajar sobre él de forma natural. Al mismo tiempo, el grupo recibe unas pautas claras donde saben qué se espera de ellos y cómo deben trabajar y, gracias a su trabajo en un tablero común, alumnos y docentes pueden saber de un simple vistazo cómo avanza ese proyecto.
BIBLIOGRAFÍA
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- Vogelzang, J., Admiraal, W. F., van Driel, J. H. (2021). Scrum methodology in context‑based secondary chemistry classes: effects on students’ achievement and on students’ perceptions of affective and metacognitive dimensions of their learning. Instructional Science, 49, 719-746. https://doi.org/10.1007/s11251-021-09554-5
- Missiroli, M., Russo, D., Ciancarini, P. (2016). Learning Agile Software Development in High School: an Investigation. Journal of the ACM. http://dx.doi.org/10.1145/2889160.2889180
- Cabezas, M., Casillas, S., Hernández, A. (2016). Metodologías de trabajo colaborativo en la Educación Secundaria Obligatoria: un estudio de caso. Revista Latinoamericana de Tecnología Educativa, 15, 75-85. https://dx.doi.org/10.17398/1695-288X.15.1.75
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